Parece ser que la percepción social que tenemos del trabajador que se levanta todos los días a la misma hora para seguir una rutina laboral tediosa, está desapareciendo poco a poco. Hoy en día nos cuestionamos ¿Es posible ser feliz en el trabajo? ¿Cómo conseguirlo?
Desde hace algunos años las empresas comenzaron a preocuparse por este tema y han venido mejorando las condiciones laborales de sus trabajadores para que estén más felices en su lugar de trabajo, lo que se ha comprobado que les da más energía y aumenta su productividad.
Algunos factores como la comodidad, horario, sueldo y tener un buen líder influyen considerablemente para que los empleados puedan desarrollar sus labores diarias con optimismo y solucionar de mejor forma los problemas que se les presentan, es decir, ven el vaso medio lleno gran parte del tiempo.
Sin embargo, no solo la empresa se ve beneficiada con propiciar este “ambiente óptimo” para sus colaboradores, ya que los afortunados que son felices en su trabajo tienen una mejor calidad de vida con menos estrés y más saludable, además, logran una rutina más equilibrada, cumpliendo metas profesionales y personales, a la vez que pueden conciliar trabajo y familia.
Es por eso que muchas personas, y, sobre todo las nuevas generaciones, están valorando otros aspectos, además del salario, a la hora de postular a una oferta laboral o firmar un contrato a largo plazo. Parece ser que un sentido generalizado de Carpe Diem (aprovecha el día) se ha apoderado de los jóvenes y no les permite quedarse por mucho tiempo en un puesto laboral donde no son felices.
Si te preguntas cuáles son las características que diferencian a quienes se levantan todas las mañanas con ánimo para ir a la oficina o su lugar de trabajo, a continuación, te contamos las siete cosas que definen a un empleado feliz.
Este es uno de los aspectos fundamentales, ya que pasar una buena parte del día en un lugar desagradable puede desanimar a cualquiera. Es por eso que los trabajadores felices tienen un espacio confortable, que incluso algunos llegan a considerar su segundo hogar. Algunas empresas más vanguardistas han incluido dentro de sus instalaciones áreas de ocio y entretenimiento.
Otro aspecto, es contar con el equipamiento y los recursos necesarios para desarrollar su labor, ya que sentir que se pierde el tiempo y no se alcanzan los objetivos esperados, con un computador antiguo y lento, por ejemplo, puede desencadenar situaciones de frustración y estrés.
Sentirse estancado profesionalmente con el tiempo va pasando la cuenta a nivel anímico, sin embargo, un empleado feliz conoce y accede a las oportunidades que le brinda la empresa para progresar, capacitarse y ascender profesionalmente.
En general, el desarrollo profesional es una meta a nivel personal, por lo que contar con el apoyo del jefe y de la organización es un impulso para lograrlo y, por lo tanto, sentirse satisfecho y contento consigo mismo.
Ser reconocido y saber que su trabajo es importante es una de las características principales de un empleado feliz ¿Quién podría sentirse feliz pensando que lo que hace a diario no sirve para nada o no importa a nadie?
Algunas de las tácticas que utilizan las empresas para demostrarle a sus colaboradores que valoran su buen trabajo son bonificaciones en dinero, oportunidades para acceder a diplomados o cursos de forma gratuita, días administrativos extras, entre otras.
Un líder estimulante, comprometido y que hace su parte del trabajo en los tiempos establecidos hace a un empleado feliz. Por la vereda contraria, pasarse semanas esperando que el jefe apruebe el presupuesto, responda ante un requerimiento o envíe el feedback que prometió hace semanas, son situaciones que desmotivan a un empleado que busca hacer bien su trabajo.
Con el tiempo estas situaciones negativas van aumentando los niveles de estrés y frustración de los trabajadores, por lo que tener un jefe que respeta a su equipo de trabajo es esencial para que un colaborador esté contento dentro de la organización.
Estamos de acuerdo que el escenario económico actual es complicado en todo el mundo. Pero muchas empresas suman beneficios sociales de salud y descuentos en comercio, por ejemplo, para sus trabajadores, que les permiten ahorrarse un porcentaje importante de dinero.
Un empleado feliz está conforme con su salario, que en algunas ocasiones puede ser inferior a lo que quisieran, sin embargo, lo ven compensado con los beneficios a los cuales pueden acceder.
¿Trabajar para vivir o vivir para trabajar? Es quizás la pregunta que muchos se han hecho cuando se han sentido agobiados por su carga laboral. Un empleado feliz logra conciliar su vida laboral con su vida familiar y social, a través de un horario que puede ser flexible y se acomoda a sus necesidades.
Con el apogeo del teletrabajo en este último tiempo, el horario laboral ha sido uno de los temas más relevantes, ya que las empresas están dando prioridad al cumplimiento de objetivos por sobre la cantidad de horas que el trabajador está conectado y disponible. Esto permite que sean los propios empleados quienes organicen y gestionen su tiempo, entregándoles un grado más de autonomía.
Tener buenas relaciones con sus jefes y sus pares es uno de los factores que más valora un empleado feliz, que puede desenvolverse tranquilo y confiado con sus compañeros de trabajo, resolviendo las diferencias de forma constructiva y sin generar enemistades.
Este puede ser uno de los puntos más difíciles de conseguir, ya que se pueden enfrentar personalidades muy distintas dentro de un equipo de trabajo, no obstante, vuelve a tomar vital relevancia el rol del jefe como líder positivo. Actualmente, muchas personas se sienten infelices principalmente por trabajar en un ambiente hostil y con una energía negativa.
Es escaso el tiempo que reservamos para desconectar, por ello ¡te invitamos a poner en práctica estos hábitos en tu rutina diaria con las prácticas conscientes de Sadhana Core!
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